EDMUND KEMPER
Actualizado: 21 may 2021
Edmund Kemper es un asesino en serie muy conocido, sobre todo tras salir en la serie de Netflix "Mindhunter". Es por eso que no voy a pararme demasiado con su vida, sólo en algunos datos interesantes para luego dar mi opinión sobre él.

Empezaré diciendo que yo no he visto la serie. Siempre he desconfiado de estos programas que buscan más el morbo televisivo y sensacionalista que la propia verdad, aunque he de admitir que todo el mundo me ha dicho que lo han tratado desde una perspectiva muy fiel a la realidad y que han hecho un muy buen trabajo. Según me han contado, merece la pena verla.
Edmund siempre ha sido interesante para mí y he leído de él desde muy joven. Es un asesino peculiar, sobre todo por sus 2 metros de altura y más de 120 kilos. Aunque luego guarda muchas similitudes con otros asesinos en serie, por ejemplo su alto IQ (de 145 en su caso) o sus problemas en la infancia derivados de su madre.
Nació en California, pero muy joven, tras el divorcio de sus padres, se trasladó a Montana para vivir con su madre. La relación con ella marcó enormemente toda su vida y personalidad. Según Kemper, su madre siempre lo odió porque físicamente se parecía a su padre. Por eso siempre lo humillaba delante de sus hermanas, le obligaba a dormir en el suelo y le insultaba casi a diario y por cualquier cosa. Esto hizo que el pobre niño empezara a encerrarse en él mismo y a tener conductas asociales. En una entrevista en la cárcel, afirmó: <<matar a mi madre es un pensamiento que está en mí desde los ocho años>>.
Edmund, siendo un niño, se divertía recreando escenas en las que violaban a las muñecas de sus hermanas y las torturaba hasta decapitarlas. Fue ahí cuando su madre empezó a temer por la integridad física de sus hermanas (quienes les importaban mucho más que Edmund) y tomó la pésima decisión de encerrarlo a oscuras y en cuartos muy pequeños durante largos periodos de tiempo. Esto, como era de esperar, sólo agravó la situación del pobre crío.

Madre de Edmund Kemper
Poco después, su madre decide que se vaya a vivir con sus abuelos. Para entonces Edmund Kemper ya era un niño que había sufrido mucho, tanto en el hogar como en el colegio. Los abusos de su madre habían creado a un chico retraído incapaz de relacionarse con otros jóvenes de su edad, quienes también lo humillaban en clase constantemente.
Edmund empezó a asesinar y torturar a distintos animales, esto es muy típico en los asesinos en serie. Hay varios libros y psicólogos que hablan de los tres puntos que tienen en común la mayoría de asesinos seriales:
Torturan/asesinan animales durante su infancia.
Son atraídos por el fuego y suelen provocar incendios.
Se mean en la cama hasta edades altas.
Obviamente hay "poca ciencia" detrás de esto, pero lo cierto es que prácticamente todos los asesinos en serie cumplen estos puntos anteriores.

El primer asesinato fue cometido contra sus propios abuelos. Al parecer su abuela era tan estricta y autoritaria como su madre. La relación entre ambos no era nada buena. Una tarde su abuela le prohibió que saliese a cazar pájaros con su escopeta (la escopeta se la había regalado su abuelo el año anterior), Ed se dio la vuelta y, sin decir nada, le clavó un tiro en la cabeza, luego le pegó dos tiros más. Tras esto, esperó pacientemente junto al cadáver a que regresase su abuelo y, al llegar, lo mató también. Edmund llamó a su madre porque no sabía qué hacer, y ésta le dijo que se entregase a la policía. Sólo tenía 15 años. Cuando los policías le preguntaron por qué había actuado así, Edmund contestó: <<Sólo quería saber qué se siente al matar a tus abuelos>>.
Edmund estaría en el centro de menores hasta los 21 años, momento en el que sale, en parte, por la buena conducta y arrepentimiento que había mostrado durante estos años. Todo era, como él mismo admitió, una fría manipulación para conseguir salir de allí. Su rabia no había abandonado su cuerpo, tampoco sus ansias por devolver todo el daño que había sufrido. Hay una frase suya que expresa muy bien su psicopatía: <<Cuando veo a una mujer bonita, en la calle, un lado de mí me dice: Qué chica tan atractiva, me encantaría hablar con ella, salir con ella... Pero otra parte de mí se pregunta cómo se vería su cabeza pinchada en un palo>>.
Esto fue lo que declaró el centro de menores en el que estaba para autorizar la salida de Edmund Kemper:
<<Si tuviéramos que analizar a este paciente sin conocer sus antecedentes, creeríamos que él es un joven bueno y bien adaptado. Está demostrando una gran inteligencia y una gran voluntad por involucrarse con los trabajos en el centro. Todos los estudios realizados sobre él señalan que no hay ninguna razón psiquiátrica para considerarle peligroso para sí mismo o para otros miembros de la sociedad...>>
Como ya os podéis imaginar, se equivocaban.
Imaginad la situación. Tras matar a sus abuelos y tirarse toda una vida odiando a su madre, sale del centro de menores y, precisamente, lo mandan a vivir con ella. Era el único sitio que tenía ya que su padre había desaparecido de sus vidas.
Edmund ya no era aquel chico de diez-doce años al que su madre podía humillar constantemente. Para cuando sale del centro ya era un hombre de 2.05 metros que pesaba más de 135 kilos. Las discusiones con su madre era frecuentes y cada vez más duras. Edmund, a pesar de todo, seguía sintiéndose intimidado por el poder y maltrato que su madre había ejercido sobre él durante años.
Todos los asesinatos que vendrían después fueron, en cierta manera, una forma de enfrentarse a su propia madre. Edmund no eligió a ninguna chica por casualidad, todas ellas eran observadas y escogidas minuciosamente bajo unos cánones muy concretos.
Eran chicas que, como él mismo dijo:
Le recordaban a su madre
O eran el tipo de jóvenes que su madre le había prohibido acercarse en el pasado.
Edmund se dedicaba a ir por la carretera en busca de mujeres jóvenes haciendo auto-stop. Llegó a recoger a más de 200 mujeres, pero <<sólo>> mató a 6 de ellas. Algunas de estas fueron, precisamente, tras discutir con su madre. Esto es muy interesante, es como si Edmund Kemper canalizara todo su odio hacia su madre asesinando y torturando a estas chicas. Como si viese en sus rostros la cara de su maldita madre y quisiera pagarlo todo con ellas.
Edmund cometió asesinatos muy violentos, les arrancaba las cabezas y practicaba necrofilia con los cuerpos. En una entrevista también dijo que comió carne humana, aunque luego lo desmintió. Curiosamente, (o no), el final de la carrera delictiva de Edmun Kemper fue tras el asesinato de su madre y una amiga. Para él esto fue una auténtica liberación, una forma de acabar con su dolor, de sentir que todo su sufrimiento había terminado.
Asesinó a su madre cortándole la garganta con un cuchillo, luego la decapitó por completo. Puso la cabeza encima de una mesa y estuvo gritándole durante horas. También se encargó de violar la cabeza cortada y correrse dentro de su boca. Tal era el odio que le tenía hacia su madre que le arrancó todas las cuerdas vocales mientras le abofeteaba y le lanzaba objetos como dardos a los ojos. Edmund Kemper describe este asesinato ante la policía como "el mejor momento de su vida".
La última víctima fue una buena amiga de su madre que llegó a su casa unas horas después. Edmund la invitó a entrar diciéndole que su madre llegaría pronto y, una vez dentro, la acompañó hasta donde estaba el cuerpo desmembrado de su madre, pero la mujer no tuvo tiempo ni de gritar. Kemper se abalanzó sobre su cuello y se lo retorció. Lo hizo con tanta fuerza que le partió la traquea.

Tal era el rencor que le tenía a su madre, que cuando el actor que interpretaba a Edmund Kemper para la serie de Netflix se reunió con el asesino en la cárcel, Edmund, tras darle amistosamente la mano, le dijo que prefería que le llamasen simplemente Ed porque Edmund era el nombre que le había puesto su madre. “Edmund fue idea de mi madre, por eso puedes llamarme Ed”.
Edmund Kemper le devolvió a la sociedad el mismo daño que la sociedad le regaló cuando él era sólo un niño. Lo que hizo es injustificable, pero todo sus actos giraron en torno a una madre que le proporcionó un acoso físico y psicológico brutal. Esto desencadenó, sin duda, en una personalidad oscura y retraída que le llevó a hacer lo que hizo. Sus últimos dos asesinatos, como ya dije antes, fueron su madre y una amiga que también participó en la humillación que Ed sufrió en su infancia. Cuando mató a su madre y le arrancó las cuerdas vocales, dijo que lo hizo para que "dejase de gritarle", pero que incluso estando muerta, sin cabeza y con la garganta hecha añicos, "no podía dejar de escuchar sus gritos, insultos y rechazo".

Fue él mismo quien pidió la pena de muerte ante el juez, aunque la pena de muerte no estaba activa en California en aquella época por lo que se cambió por cadena perpetua. En 1988 hubo una revisión de condena y Edmund afirmó a las autoridades que estaba en condiciones de ser liberado y tener una vida normal, pero que la sociedad no estaba lista para aceptarlo. “No puedo culparles por eso”. Su actitud en la cárcel siempre ha sido modélica, nunca ha dado ningún problema. A día de hoy sigue cumpliendo su pena en la cárcel de California. Se dedica a grabar audiolibros y ha sido contratado por varias empresas para poner su voz a varios Bestseller. Los funcionarios que trabajan allí le tienen un gran cariño, incluso se suelen sentar con él a jugar a las cartas y a hablar un poco. Edmund, al parecer, ha podido encontrar la paz que no tuvo durante su infancia.
Mucho se habla de si los asesinos en serie nacen o se hacen, no entraré ahora a valorarlo porque da para mucho; pero sí me atrevo a afirmar que Edmund Kemper, muy probablemente, hubiera sido una persona normal si hubiese crecido en un buen ambiente. Incluso me creo sus palabras cuando dice que él está preparado para vivir en libertad y tener una vida normal, pero como él bien añade: "es la sociedad la que no está preparada, y seguramente yo no lo merezco".
Así es, la hija de puta de su madre le negó un futuro.
Y él se lo negó a las jóvenes a quienes mató.
La vida funciona así,
el dolor genera dolor.
Os dejo aquí tres vídeos interesantes por si queréis saber más de él.
Este primer vídeo es una pequeña entrevista donde habla de sus crímenes.
Esta entrevista es más completa, tenéis las dos partes en youtube.
Hay mas datos interesantes sobre él, hay una anécdota que cuenta un entrevistador que entró a hablar con Edmund Kemper. El sistema eléctrico falló y la puerta que debía abrirse no se abrió, dejando encerrados juntos a ambos durante unos minutos.
Ed Kemper, al darse cuenta de la situación, se irguió de su asiento dejando a la vista su inmenso cuerpo de 140 kilos. Con voz suave y burlona le preguntó: “Y si ahora se me cruzaran los cables. ¿No crees que lo pasarías mal? Te podría arrancar la cabeza y ponerla sobre la mesa para que el guardia la viera al entrar”
Imaginaos la situación, el pobre hombre se cagó de miedo. Siguieron hablando unos minutos (el entrevistador intentó mantener la calma y ganar tiempo) hasta que las puertas se abrieron y varios guardias entraron. Cuando sacaban a Ed Kemper de la sala, este le puso la mano encima del hombro y le dijo: Sabes que sólo estaba bromeando, ¿verdad?"
Carlos Kaballero.