PEQUEÑOS PLACERES QUE NOS REGALA LA VIDA
Qué hubiera sido de mí
sin esos pequeños placeres
que nos regala la vida.
Me hubiese convertido
en un asesino en serie,
en un abogado.
en un suicida.
Esos placeres...
El alcohol,
el café,
los libros,
la escritura.
A veces uno tiene la obligación
de engañarse a sí mismo
para poder soportar la vida.
Este es uno de esos secretos
que nadie nos explica,
que nadie nos enseña.
Uno, de vez en cuando,
tiene que esforzarse
por creerse
sus propias mentiras.
"Todo va a ir mejor".
"Mañana será otro día".
"Voy a cambiar mi vida".
Son frases fáciles
y estúpidas que no
te ayudarán en nada,
pero uno necesita
un poco de ilusión
para conseguir
levantarse cada mañana,
vestirse y salir para el trabajo.
Estas frases son como las drogas,
funcionan especialmente bien
para evadirte de la realidad,
y, al igual que ocurre
con ellas,
hay que tener mucho
cuidado con sus sobredosis.
Si te pasas,
puedes convertirte
en uno de esos yonkis adictos
a la felicidad prefabricada.
Carlos Kaballero